Por Kirsten Jepsen
- El costo de una mala comunicación dentro de una empresa es de $ 26,000 dólares al año[1] por empleado.
- En los últimos 5 años, el rendimiento total para los accionistas aumentó en un 47%[2] en empresas con líderes altamente efectivos en comunicación. ·
- El costo de horas de retrabajo debido a una mala comunicación es de 62.4 mil millones de dólares al año[3] por empresa
Todos somos expertos en calcular el rendimiento de nuestras empresas cuando hablamos de datos duros. ¿Cómo nos fue en ventas este mes? ¿Cuál es el costo de adquisición por cliente? ¿Cuál es el ROI de la empresa? Pero, ¿qué pasa cuando queremos entender el impacto de las habilidades blandas en nuestros estados financieros?
Dentro de las empresas, las habilidades blandas se definen como: las aptitudes -no técnicas- relacionadas a la manera en que alguien trabaja y han sido consideradas por décadas como secundarias o importantes a desarrollar pero no realmente las que definen el estado financiero de una empresa.
Nos han mentido.
Nos han engañado.
Las habilidades blandas -al igual que las duras- son las que definen de forma concreta el éxito y el crecimiento de nuestras empresas. El tomar en cuenta únicamente las habilidades duras, pero no las blandas, al momento de medir el estado financiero de tu empresa es como hacer el diagnóstico de un paciente tomando en cuenta solo la mitad de su cuerpo y no en su totalidad. Para realmente entender el estado actual de un paciente, necesitamos entender como se encuentra en su totalidad.
La sencilla razón por la cual las habilidades blandas no han sido tomadas en cuenta como parte integral del estado financiero de las organizaciones es porque no se sabía como medirlas, y es hasta la fecha que no se sabe como medir su impacto financiero. Esto se debe a que no se consideraban tan importantes. El mundo es desarrollado y regido por los lineamientos de quien los crea y en el mundo de negocios la mayoría de sus participantes han sido del género masculino y por me eso atrevo a decir tenemos su estado actual de medición.
La gran noticia es que el mundo ha evolucionado y ahora sí tenemos herramientas con las cuales podemos medir no solo el efecto de habilidades duras en una empresa sino también las suaves. En mi empresa, se calcula de forma continua el impacto cuantificado de la comunicación efectiva y clara, de la seguridad y confianza de los empleados o de su proactividad y responsabilidad y se calcula el efecto que tienen en los estados financieros de la empresa. La medición de las habilidades blandas y el efecto en los estados financieros de la empresa ya no es un mito, sino algo que se puede comprobar mes con mes.
Si lo pensamos bien, es hasta ingenuo de nuestra parte pensar que las utilidades de la empresa solo dependen de sus activos y pasivos; cuando una de las aportaciones más importantes en nuestras organizaciones son las habilidades duras y blandas implementadas cada día por nuestros empleados, para sacar nuestros productos y servicios al mundo. ¿Por qué no tomar en cuenta esta contribución como una métrica constante en nuestro estado de resultados? El no empezar a tomar en cuenta esta contribución de nuestros empleados en nuestros estados financieros es negar a tus accionistas el valor real de la empresa. Si no me crees, opera tu organización un día sin tus empleados y ve como baja tu productividad.
El medir el impacto de tus empleados, y el impacto de sus habilidades blandas y duras, ya no es una opción. El no hacerlo te puedo costar el sobrevivir y mantenerte competitivo en el mundo actual de los negocios.
Despierta antes de que sea demasiado tarde.
El mundo ha cambiado, ¿y tú?
[1] Data proviene de: Goldman Group (https://www.provokemedia.com/latest/article/the-cost-of-poor-communications)
[2] Data proviene de: Goldman Group (https://www.provokemedia.com/latest/article/the-cost-of-poor-communications)
[3] Data proviene de: Goldman Group (https://www.provokemedia.com/latest/article/the-cost-of-poor-communications)