Uno de los mayores saltos evolutivos que hemos tenido como seres humanos, es la capacidad de examinar nuestros propios pensamientos, sensaciones y comportamientos. Lo cual no solo ha permitido que pudieramos expresarnos desde una forma más elevada (como en el arte, prácticas espirituales y lenguaje) sino que fue una ventaja para la supervivencia de nuestros ancestros; pues eran capaces de entender lo que se necesitaba evaluando sus propios comportamientos y decisiones y las de los demás.
Aunque en la actualidad no nos enfrentamos a las mismas amenazas diarias que sufrían nuestros ancestros, seguimos necesitando de una autoconsciencia para la supervivencia y el éxito tanto en el trabajo, en las relaciones y en la vida. Existe evidencia científica que demuestra que las personas que se conocen a sí mismas y que saben cómo las ven los demás
- Son más felices,
- Toman decisiones más inteligentes
- Tienen mejores relaciones personales y profesionales
- Tienen hijos más maduros
- Son estudiantes superiores con mejores elecciones de carrera
- Son más creativos, se comunican mejor y tienen una mayor seguridad en sí mismos
- Menor agresividad
- Mejores líderes
- Sus empresas son más rentables
Gran parte del éxito profesional y personal proviene de la capacidad de auto-observarnos, la cual tiene un impacto en la inteligencia emocional, la empatía, la influencia, la persuasión, la comunicación y la colaboración; las cuales son habilidades indispensables para trabajar en equipo, ser mejores líderes, tomar mejores decisiones y tener mejores relaciones.
La Dra. Tasha Eurich, investigadora y especialista en psicología organizacional, define la autoconsciencia como la capacidad de vernos a nosotros mismos, de entender quiénes somos, cómo nos ven los demás y cómo encajamos en el mundo que nos rodea.
El desarrollo de la autoconsciencia inicia con la habilidad de auto-observación y éste sería el primer paso al que tenemos que accesar nosotros mismos y luego, guiar a nuestros equipos; puesto que no podemos enseñar algo que no hemos hecho o desarrollado. Así que ¿cómo podemos empezar a construir una mayor autoconsciencia?
- Hacer una diferencia entre autoconsciencia interna y externa: En la interna se trata de verse claramente a uno mismo; es la comprensión de nuestros valores, pasiones, aspiraciones, patrones y reacciones que nos lleva a tomar decisones congruentes. Mientras que la externa, es comprenderse desde el exterior y saber como nos perciben los demás, lo que nos permite crear mejores relaciones.
- Promover una cultura de responsabilidad: al asumir nuestra propia responsabilidad en los resultados que tenemos, enseña e inspira a otros a hacer lo mismo.
- Dar retroalimentación constante: está visto aunque las personas piensen que tienen una autoconsciencia, sólo entre un 10-15% entran en esta categoría. Dar retroalimentación permite que veas cómo los demás te perciben y en qué áreas o herramientas necesitas trabajar.
- Procurar ir por más información y mas datos, evitando hacer juicios. Nuestra mente constantemente nos juega “trucos” y nos cuenta historias que no necesariamente son verdaderas o racionales. No caigamos en el autoengaño
- Preguntar “¿qué?” más que un “¿por qué?”. El por qué te lleva al cuestionamiento excesivo y el qué te ayuda a mantenerte objetivo, empoderado y enfocado al futuro. Es muy diferente preguntarnos “¿por qué esto me cuesta tanto trabajo?” a “¿qué de esto o ante qué situaciones? y ¿qué necesito para mejorarlo?”
Lo que se puede saber a través de las investigaciones es que la autoconsciencia es una habilidad que se puede desarrollar y que puede ser un parteaguas en tu vida laboral, personal y social.
Así que tomemos las sabias palabras “Cónocete a ti mismo” y empieza a aplicarlas como una práctica diaria para lograr el éxito que deseas alcanzar.