Algo que escuchamos con frecuencia en Moudus es la frase “No tengo motivación”. ¿A qué se debe esto? ¿Será que las empresas no están poniendo suficiente atención a sus empleados para mantenerlos con ganas de trabajar? ¿O pudiera ser que las personas siempre esperamos algún tipo de recompensa o impulso externo para ir más allá?
La realidad es que es una combinación de ambos. Según un estudio realizado por el portal Universia, más del 80% de los trabajadores no son felices en su trabajo y el 46% de las empresas no hacen nada para mejorar la situación de sus empleados, aún cuando existen diversos estudios sobre la relación entre el bienestar laboral y el rendimiento profesional.
Sin embargo, vivimos en un mundo globalizado en donde es muy fácil mirar las redes sociales y ver que hay gente disfrutando de su trabajo, siendo dueña de su propio tiempo y ganando mucho dinero (aunque mucho de esto no sea tan real como parece). Esto, sumado a otros factores, hace que vivamos frustrados o siempre queriendo más o mejor.
Por todo esto, creemos que es importante -antes de exigir o culpar nuestra falta de motivación a factores externos- empezar por nosotros mismos y ver de dónde viene esta falta de ganas para poder hacer algo al respecto y ayudarnos a encontrar esa motivación.
Diferentes formas de encontrar la motivación dentro de ti
- En donde te encuentras, es TU decisión
Primero que nada, es importante hacerte consciente de que tus decisiones te han llevado a donde estás el día de hoy. Intenta recordar qué decisiones te llevaron ahí, hacer introspección y recordar tu “por qué”y de esta manera poder verificar si este motivo sigue siendo vigente. En el caso de que no lo sea, hacer los cambios necesarios. Ojo: Muchas veces nos quedamos en donde estamos por miedo a salir de nuestra zona de confort. Procura siempre analizar si estás tomando decisiones en base al miedo o si genuinamente es lo que quieres. ¡No dejes que tus pensamientos limitantes sean un obstáculo!
2. Fija metas en lugar de pendientes o tareas
Estamos acostumbrados a llegar a trabajar, ver nuestros pendientes del día, sacarlos para cumplir y no pensar detenidamente en lo que cumplir con esto significa. Cuando te sientas desmotivado, toma un momento para ver más allá de tus pendientes y encontrar el motivo de estos. ¿Qué pasaría si dejaras de hacer todos tus pendientes? ¿Qué pasaría si no existiera tu puesto? Recuerda que por algo estás ahí y lo que haces es importante. Empieza a ver tus pendientes con un propósito y con una meta, no como simples tareas del día y siempre sé específico. Es muy diferente que la meta sea “completar el reporte” a “que los resultados de mi reporte ayuden a encontrar en lo que estamos fallando para poder hacer un cambio”.
3. Encuentra una motivación intrínseca en lugar de extrínseca.
Por ejemplo, trabajar sólo para ganar dinero es motivación extrínseca y lleva a la gente a sólo dar lo mínimo requerido para alcanzar sus metas. Encuentra tu razón intrínseca, como, por ejemplo, trabajar para crecer como persona, para demostrarme que soy capaz o para aportar algo valioso al mundo. Está demostrado, que este tipo de motivaciones te llevarán mucho más lejos.
4. Sé disciplinado
Habrá ocasiones en las que no encontremos un motivo o una razón de ser de lo que tenemos que hacer. En esos casos, recuerda que tal vez no haya una meta o un resultado específico o instantáneo, pero el simple hecho de construir disciplina te dará estructura y te ayudará a construir hábitos y resiliencia. No todo en la vida es cómodo, a veces hay que aprender a nadar en la incomodidad.
5. Prémiate
Muchas veces esperamos que nos reconozcan o nos den una palmadita en la espalda por haber logrado nuestros objetivos; y sí, se siente bien pero no siempre lo vamos a recibir. Es importante aprender a reconocernos y premiarnos a nosotros mismos. Ten en mente metas personales dentro del trabajo y cuando las logres, no olvides regalarte algo, ya sea una comida en ese restaurante que llevas tiempo con ganas de ir o un día para ti en donde puedas descansar.
6. Realiza actividades que despierten tu motivación
Tal vez tus actividades actuales dentro de tu puesto no te parezcan tan motivadoras. En este caso, recuerda qué es lo que te gusta de lo que haces o a qué te gustaría llegar en tu vida profesional y empieza a prepararte. También puedes realizar actividades por fuera; como tomar cursos, talleres o retomar ese hobby que tienes abandonado.
Así que ya sabes. La motivación no siempre viene de fuera y no siempre te van ayudar a obtenerla. Aunque es importante saber que si no estás recibiendo retroalimentación o sientes que la empresa no te está dando las herramientas necesarias, lo comuniques. También es importante que te des un clavado a pensar qué estás haciendo por ti para mantenerte motivado y con ganas de dar lo mejor de ti, tanto en el trabajo como en tu vida personal. ¡La vida es corta como para vivirla sin ganas!